Estudio biomecánico: qué es y para qué sirve
Aunque se vienen haciendo desde hace ya varios años, los estudios biomecánicos se han convertido en algo necesario y obligatorio para ciclistas y triatletas ya que estas dos disciplinas le exigen al deportista estar sobre la bici alrededor de 10 horas semanales entrenando y preparándose para las competiciones.
La mala postura sobre la bicicleta es una de las razones por las que el atleta no logra rendir correctamente y dar lo mejor de sí mismo. Este factor puede hacer que la potencia disminuya y la energía no sea suficiente para seguir pedaleando como debería.
Además, una postura incorrecta también podría repercutir en la salud del deportista, provocando lesiones que incluso podrían agravarse con el tiempo y convertirse en crónicas.
La personalización en el ciclismo
En los últimos años el estudio técnico del ciclismo ha buscado una manera óptima de adaptar la bicicleta al deportista. Estas vienen en tallas definidas, pero el cuerpo de cada ciclista es diferente. La longitud de los brazos, las piernas, el torso y otros aspectos como la flexibilidad en las articulaciones, el giro de tobillo y la pisada es distinta en cada persona. Por eso, es conveniente realizar un estudio biomecánico.
¿Qué es y en qué consiste el estudio biomecánico?
Este estudio permite adaptar la bicicleta al ciclista considerando diferentes factores como su anatomía, las características al pedalear y, sobre todo, su postura sobre la bici.
¿Cuándo debe realizarse este estudio?
Si nunca te has sometido a esta prueba, lo más recomendable es que lo hagas en cuanto te sea posible. El estudio biomecánico puede llevarse a cabo en cualquier momento, sin embargo los expertos sugieren hacerlo cuando compras una bici nueva o cuando comienzas a sentir alguna molestia en la bicicleta que siempre usas.
¿Qué se busca analizar?
Con un estudio biomecánico se estudian diferentes factores considerando las características propias de cada ciclista. Las variables a analizar pueden ser la altura del sillín, el ángulo de inclinación y la longitud de la potencia, distancia entre el manillar y el sillín, posición y orientación de las manetas o disposición de las calas.
Sin embargo, también se pretende determinar si el ciclista adopta una postura incorrecta al pedalear.
¿Para qué sirve un estudio biomecánico?
Principalmente, ayuda a prevenir lesiones a nivel muscular, sobre todo, en las piernas y la zona lumbar, aunque también contribuye a subsanar antiguas lesiones que haya sufrido el atleta.
Con este estudio, se pueden solucionar diferentes problemas que presenta el ciclista en el momento de pedalear o, incluso, después de su entrenamiento tales como los dolores de espalda, cuello, rodilla o el adormecimiento de extremidades como los pies o las manos.
Etapas de un estudio biomecánico
De manera similar a un estudio clínico, una prueba biomecánica consta de diferentes etapas.
Entrevista
Es aquí donde se le pregunta al ciclista acerca de los hábitos y experiencias al pedalear. Esto le da una idea a la persona encargada del estudio sobre zonas de mayor interés a analizar. Por ejemplo, si ha sufrido una torcedura de tobillo, es probable que su pisada no sea la correcta.
Medición
Se toman las medidas respectivas al ciclista (altura, ancho de torso, longitud de piernas, brazos, etc) para introducir los datos en un ordenador y evaluar, posteriormente, las condiciones al pedalear sobre la bicicleta.
Estudio en camilla
Es aquí donde el profesional analiza la movilidad articular y la flexibilidad del atleta. Esto le permite saber si las fallas se deben a problemas con las articulaciones o si la libertad de movimiento se ve reducida.
Análisis en movimiento
En este punto, al deportista se le colocan una serie de sensores captadores de movimiento y se le pide montar su bici (en el rodillo) para luego, por medio de un sistema computarizado, determinar una mala postura, pedaleo incorrecto y otros factores con el fin de ajustar la bicicleta y solventar estos problemas.
Observaciones en el tiempo
Es probable que queden pequeños detalles por ajustar. Para ello, el atleta debe probar los nuevos cambios aplicados en la bicicleta. De esta manera, el biomecánico determinará si la prueba se ha realizado exitosamente.
Consejos para realizarse este estudio
Es importante que tengas en cuenta algunos aspectos importantes a la hora de realizar la prueba.
Se recomienda pedalear de la forma más natural posible (tal como siempre lo haces al entrenar) y tratar de adoptar la postura que te brinde mayor comodidad.
Lleva todo lo que utilizarías en un día de entrenamiento normal (zapatillas, calcetines de compresión, agua, ciclocomputador, casco, entre otros) ya que cada elemento que uses influye de una manera u otra en tu rendimiento o en los hábitos al pedalear.