Cosas que tu Mecánico desearía que no hicieras
Si hay alguien en tu vida a quien debes tratar con el máximo respeto y reverencia, ese es tu mecánico de bici. Después de todo, es tu bicicleta la que está en sus manos. Pero antes de dejarle un montón de problemas sobre dos ruedas esperando milagros, hay algunas cosas que puedes hacer para facilitarle la vida a tu mecánico. A continuación, te decimos qué es lo que ellos desearían que evitaras antes de confiarles tu bicicleta.
No engrases la cadena cada día
No es necesario engrasar la cadena después de cada salida. Hacerlo está bien si todo el producto se ha ido tras haberla pasado por el barro o si está seco, pero si la cadena ya está engrasada, añadir más solo ensucia y recoge más suciedad de lo normal, lo cual provoca el desgaste de la misma.
Cuando utilices lubricante para cadenas, asegúrate de limpiar el exceso con un trapo para no estropear tus pantalones o causar daños adicionales a la misma.
No toques de continuo los tornillos pequeños del cambio
Una vez que has conocido los minúsculos tornillos de tu bici, puede ser difícil asumir que no son la respuesta a todos tus problemas de cambio. Es raro que al manipularlos se produzca un cambio positivo.
Por lo tanto, no te apresures a ajustar los tornillos de límite del desviador cada vez que la bicicleta cambie mal. Por lo general, estos tornillos no necesitan ser tocados, los problemas de cambio son causados por la tensión del cable o porque el desviador esté doblado por un choque.
Así que no los toques a menos que sepas realmente lo que estás haciendo. Si un desviador de tu bicicleta no funciona, no intentes ajustarlo por tu cuenta antes de llevarlo a reparar. Ya que es lo primero que se suele hacer, y solo empeorará el problema si vas a montar en ella pensando que está arreglada. Además, esto también puede suponer una reparación mucho más larga y costosa.
No le lleves una bicicleta muy sucia
Llevar una bicicleta sucia al mecánico es como ir al dentista sin haberte lavado los dientes. Sin embargo, algunos técnicos prefieren que no se lave la bicicleta antes de llevarla al taller, ya que si hay un problema de pérdida de líquido, por los frenos hidráulicos o por una fuga en los sellos de la horquilla y el amortiguador, es mucho más fácil de diagnosticar que si se lava la evidencia.
Las bicicletas que crujen y chirrían son un problema muy común y a veces se pueden calmar temporalmente si se limpian. Además lavar una bicicleta que se ha arreglado, le da al mecánico la oportunidad de inspeccionarla para detectar problemas que se escondían bajo la suciedad.
Además, si necesitas que te instalen neumáticos nuevos y los viejos están cubiertos de desechos de animales, o requiere un ajuste del desviador y esta parece que acabara de terminar una carrera de ciclocrós, por favor, lávala antes de llevársela a tu mecánico.
Por lo tanto, no te preocupes por llevar tu bicicleta impoluta, pero tampoco la lleves recién salida de la pista de ciclocrós, sobre todo si se trata de una pequeña reparación. Y si no sabes si tu mecánico prefiere tu bici limpia o tal cual para el servicio, llama antes para preguntar.
Quita todo lo superfluo antes de llevarle la bici
Cuando lleves tu bicicleta a una puesta a punto, el mecánico buscará todos y cada uno de los problemas. Esto significa que la desarmará y posteriormente la volverá a armar. Así que para facilitar su trabajo y asegurarte de que no te cobren por arreglos innecesarios, quita todo de tu bici antes de llevarla. Esto incluye botellas de agua, jaulas, bombas, bolsas y cualquier otra cosa que no sea esencial para andar en ella.
Esto no solo facilitará el trabajo del mecánico para localizar el problema con mayor claridad, sino que también ayudará a que el proceso sea más rápido y eficiente.
No esperes a que reviente para repararlo
El mantenimiento preventivo es la mejor manera de conservar la bicicleta en buen estado. Intenta llevar un control del kilometraje o de las horas de uso de esta, y revisa los frenos, los amortiguadores y las transmisiones según los intervalos recomendados por los fabricantes.
Cuanto más cara sea la bicicleta, más hay que vigilar el mantenimiento, ya que queremos evitar que esta se estropee por una negligencia. Así que no esperes hasta que el problema se incremente para llevarla a revisar. Es importante comprender que la inspección rutinaria de la suspensión y las revisiones anuales previenen daños y mantienen a la bicicleta funcionando correctamente.
No lo dejes para el último momento
Los mecánicos y propietarios de un taller están siempre dispuestos a ayudar con cualquier bicicleta. Pero no debes esperar a la noche anterior a una gran carrera o paseo para llevarla a revisión. Si sabes que vas a necesitar un mantenimiento rutinario para una fecha determinada, llama con antelación para ver si tu mecánico tiene tiempo para trabajar en tu bici.
No olvides que hay ciertas épocas del año, como el verano, que pueden implicar un largo tiempo de espera para recuperar tu bicicleta. Así mismo, cuando la lleves al mecánico, haz preguntas y proporciona toda la información que puedas. Esto les ayudará a encontrar el problema más rápido, y de igual forma la solución.
Siempre es mejor ser sincero con todo lo que has estado experimentando con la bici y ser tan útil como seas capaz de ser. Si has estado trabajando en la bicicleta por tu cuenta, hazlo saber. Esto podría ayudar a resolver las cosas antes si se comunica más de la historia.
En definitiva, un mecánico de bicicletas es una parte fundamental para un ciclista. Mantienen el vehículo en buen estado y ayudan a que estos estén seguros en la carretera. Así que la próxima vez que le lleves tu bicicleta, asegúrate de no hacer estas cosas para no ralentizar su trabajo.