¿Cómo limpiar tu bicicleta de forma correcta?

Puntuación0
Puntuación0

Como todo buen aficionado al ciclismo, si quieres saber cómo limpiar tu bicicleta adecuadamente de forma fácil y sencilla, te animamos a que continúes leyendo esta guía en la que profundizaremos en este tema para que consigas que tu bicicleta reluzca como el primer día.

Materiales que necesitas para limpiar tu bicicleta

Antes de comenzar con la limpieza de tu bicicleta, es importante tener listos todos los materiales necesarios para hacerlo de forma adecuada. Estos son algunos de los más esenciales:

  • Cubo con agua: Un cubo lleno de agua nos servirá para la limpieza de las zonas que no han sido cubiertas tras la limpieza general.
  • Jabón: El jabón es especialmente importante para la limpieza del cuadro y elementos de la bicicleta que no sean muy delicados.
  • Desengrasante: El desengrasante nos será útil para limpiar y retirar el exceso de grasa que se acumula tanto en el cuadro como en la cadena, suspensión y sistema de transmisión.
  • Esponjas: Útiles para que nuestra bici parezca recién sacada del taller.
  • Cepillos: Utilizar cepillos de diferentes tamaños nos permitirá acceder a las zonas más difíciles de limpiar.
  • Guantes: Para mantener limpias nuestras manos.
  • Aceite lubricante: Una vez limpia la bicicleta, utilizar aceite o cera lubricante a la cadena y otros elementos de la bicicleta nos ayudará a aumentar su vida útil.
  • Limpiacadenas: Esta herramienta no es esencial, ya que la limpieza de la cadena también podría hacerse con un cepillo, pero en caso de disponer de ella hará que nuestra cadena parezca como nueva.

Con estos materiales podrás dejar tu bicicleta impoluta, sin embargo, existen otras alternativas que podemos usar siempre que cumplan con la misma función.

También es útil contar con herramientas para desmontar los diferentes componentes y elementos de la bici para realizar una limpieza en profundidad. Gracias a esto podremos limpiar la grasa acumulada en las zonas más difíciles a las que no se puede acceder de otra forma.

Una correcta limpieza es esencial para nuestra bici por diversos motivos:

  • En primer lugar por motivos de estética para resaltar todos los detalles de nuestra bicicleta.
  • Otro motivo es la durabilidad de los componentes. Un cuidado regular permitirá aumentar la resistencia de los materiales y alargar su vida útil durante más tiempo.
  • Limpiar zonas como la cadena, cambios, suspensión y ejes permitirá optimizar nuestro rendimiento sobre la bici al eliminar la grasa acumulada que provoca un aumento de la resistencia de rozamiento.

Lavar tu bici con agua

Si queremos limpiar nuestra bici, lo primero que deberíamos hacer es una limpieza general con agua para eliminar la suciedad más superficial y facilitar los siguientes pasos. Para ello, lo más recomendable es quitar las ruedas para poder incidir sobre ciertas partes del cuadro. 

En esta parte puedes utilizar una manguera, pero no es aconsejable utilizar agua a presión o karcher ya que podríamos dañar algunos componentes de la bicicleta. Se recomienda situarnos a una distancia de entre un metro y metro y medio de la bicicleta para evitar posibles daños.

También tendremos que incidir sobre las pastillas de freno, los discos y la transmisión, colocándonos por detrás o por delante de las ruedas para eliminar mejor la suciedad.

En caso de no disponer de manguera, podemos utilizar esponjas o trapos con agua y jabón para limpiar el cuadro, suspensión, llantas y demás componentes de fácil acceso.

Limpia a fondo el cuadro, las ruedas y el manillar

En primer lugar comenzaremos con la limpieza de las zonas más básicas y accesibles de la bicicleta, como son el cuadro las ruedas y el manillar.

Para ello, una vez realizado el lavado general con agua, bien con una manguera, spray o esponja, deberemos utilizar jabón para eliminar toda la suciedad posible. Esto puedes realizarlo a la vez que limpias con agua.

Es recomendable hacer una limpieza de arriba abajo, frotando con la esponja o trapo y haciendo especial énfasis en ciertas zonas del cuadro como la horquilla, manillar, bielas, pedales y parte baja del cuadro en la que normalmente se acumula la grasa de la cadena.

Si dispones de las herramientas necesarias, te aconsejamos que desmontes el plato de cambios para poder limpiar mejor esta zona y, posteriormente, la cadena y el resto de componentes de la transmisión.

En cuanto a las ruedas, tendremos que incidir con la esponja sobre las llantas, los radios y el eje o buje, así como en las zonas de anclaje de la rueda al cuadro. Hay que tener cuidado de que el agua no se quede dentro del buje.

Una de las partes más importantes de limpiar son los discos y pastillas de freno. En muchas ocasiones el disco está impregnado de aceite o grasa, haciendo que disminuya su eficacia, por lo que te aconsejamos que prestes especial atención a estas zonas para no perder rendimiento.

Tras enjabonar estas zonas, aclaramos con agua y secamos con un trapo para quitar cualquier resto que podría haber quedado.

No te olvides de limpiar la transmisión

La transmisión es la base de cualquier bicicleta, por lo que un estado adecuado de la misma aumentará su durabilidad y nos permitirá rodar más y mejor. Cualquier resto de suciedad acumulada en esta zona provocará una pérdida de eficacia.

Para una limpieza profunda de estas zonas de difícil acceso recomendamos desmontar el plato y las bielas. Utilizaremos un cepillo con desengrasante con el que frotaremos por todos los rincones, incluidos los dientes y las zonas entre los piñones. Tómate tu tiempo en esta parte ya que es el lugar donde más grasa se acumula.

En cuanto a la cadena, podemos desmontarla si contamos con un tronchacadenas para limpiarla más fácilmente, limpiando por todos los perfiles. Si disponemos de limpiacadenas este proceso será más sencillo.

Lavar y secar

Cuando ya hemos terminado de limpiar nuestra bicicleta, el siguiente paso será aclarar de forma general con agua para dejarla impoluta. Esto permitirá quitar el jabón y el exceso de desengrasante del cuadro y demás componentes.

Podemos hacerlo igual que en el lavado inicial, con una manguera o esponjas, pero esta vez sin jabón.

Por último, pasaremos un trapo seco para secar la bici, especialmente en zonas en las que es posible que se acumule el agua como la horquilla de suspensión, pedalier, bujes y rodamientos.

Lubricante para la cadena

Tras haber limpiado a fondo la bicicleta, la cadena y los cambios estarán limpios de grasa y suciedad. Sin embargo, para que la transmisión funcione adecuadamente es necesario añadirle un cierto grado de lubricación para mejorar el deslizamiento sobre los dientes de piñones y plato.

En función del tipo de bicicleta, terreno y clima por el que vayas a rodar, se distinguen dos tipos de lubricante:

  • Aceite: Aplicar aceite es más recomendable para ciclistas populares ya que tiene una efectividad inmediata, no es necesario aplicarlo con frecuencia y resiste bien el agua. Por el contrario, ensucia más la cadena que la cera.
  • Cera: Aplicar cera lubricante es realmente útil para climas secos, ya que no resiste tan bien el agua como el aceite. Además, mantiene la cadena especialmente limpia, pero es necesario aplicarlo con antelación para su eficacia y hay que repetirlo frecuentemente.

Recomendamos la cera si quieres hilar fino con la limpieza de tu bicicleta ya que requiere un mayor cuidado y atención.

La mejor forma de aplicar el lubricante es poner el bote entre los eslabones a la vez que vamos dando pedales para girar la cadena. Después de esto cambiar de piñones para que el lubricante llegue a todas las zonas.

Por último, es recomendable retirar el exceso de lubricante, especialmente si se utiliza aceite, colocando un trapo en la cadena y dando pedales.

Consejos para limpiar tu bicicleta y que quede bien

A continuación, te daremos una serie de consejos que puedes utilizar para que la limpieza de tu bicicleta resulte mucho más sencilla.

  • Recomendamos que realices una limpieza, al menos general, de forma frecuente para que tu bici se encuentre siempre en perfectas condiciones. En caso de ser una bici de montaña, la limpieza debe ser más frecuente debido a la acumulación de polvo y barro.
  • Durante la limpieza, desmontar ruedas, platos, pedalier y otros componentes para poder acceder a las zonas más difíciles.
  • Evitar utilizar mangueras a presión tipo karcher.
  • Para secar la bicicleta usar preferiblemente un trapo antes que dejarla secar al sol.
  • En cuanto al engrasado de la cadena, la frecuencia dependerá del tipo de lubricación, del tiempo de uso de la bici y de la disciplina. Evitando al mismo tiempo una lubricación excesiva.

Estaremos encantados de escuchar lo que piensas

Deje una respuesta

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
TodoTriatlon
Logo